10 técnicas de memorización y estudio para opositores que funcionan

Preparar una oposición es un camino complejo y lleno de baches, tanto para los opositores experimentados como para los no tan experimentados.

Uno de los problemas con los que más frecuentemente nos encontramos los opositores es cómo lograr memorizar grandes cantidades de información.

Para que el estudio sea 100% productivo y eficaz, debemos dar con la manera de desarrollarlo de tal modo que consigamos fijar en nuestra memoria la mayor cantidad de datos posible.

Para ayudarte en esa importante tarea, voy a compartir contigo 10 técnicas de memorización para opositores que SÍ funcionan. 

¡Pon atención porque puede que entre ellas estén las que te ayuden a conseguir tu plaza!.

Divide tu estudio en fases

Ver todos los materiales que debemos estudiar puede resultar abrumador y muchas veces no sabemos ni por dónde empezar a organizar tanta información, por eso te recomendo que vayas poco a poco, en concreto: organízate por fases. 

¿Qué es la organización por fases?

Consiste en ir avanzando desde un conocimiento más general a uno más específico, según se va dominando la materia.

Aquí te doy un ejemplo de estudio por fases, pero tú puedes usar el que quieras.

Ejemplo de estudio por fases:

• Fase 1: esta fase se correspondería con una primera lectura y subrayado del material, quedándonos solo con la información más importante y descartando aquella que consideremos superflua.
• Fase 2: resalta con un marcador de colores las palabras o frases más importantes. Eso te ayudará todavía más a fijarte en aquellos términos o conceptos que sean clave. Los colores (como veremos en otra técnica de estudio), a su vez, también te resultarán muy útiles en la labor de memorizar.
• Pase 3: haz anotaciones al margen que resuman en pocas palabras el contenido de toda la página. De esta manera, cuando ya hayas llegado a esta fase, podrás llevar a cabo una lectura general de la página únicamente leyendo lo que hayas anotado al margen.  Ahorrarás muchísimo tiempo en tus repasos memorizando así más cantidad de información en menos tiempo.

Usa los colores a tu favor

Nuestro cerebro está diseñado para procesar la información visual de una forma distinta y más eficaz que otra información presentada en otros soportes.

Diversas investigaciones han probado que el uso de colores nos ayuda a memorizar porcentajes mayores de información que los que lograríamos memorizar si no empleásemos este recurso Por eso te recomendamos utilizar los marcadores de colores (como rotuladores o resaltadores).

Para que la técnica surta aún más efecto debes utilizar  un color para cada categoría  de información.

De este modo tu cerebro, solo con ver el color, asociará lo que estás leyendo a una categoría determinada.

Es un excelente método de clasificación de datos y te permite crear tantas categorías como colores puedas conseguir.

Un ejemplo muy básico de estudio por colores que puedes utilizar es el siguiente:

• Utiliza el naranja para los títulos de las leyes y números de artículos.
• Utiliza el amarillo para las definiciones que debamos aprender de manera literal.
• Utiliza el rosa para conceptos clave.
• Utiliza el verde para las excepciones.

Pues bien, este es un ejemplo muy básico para que sepas por dónde empezar, pero puedes añadir todos los colores que consideres necesario, adaptándolo al 100% a tus necesidades.

Haz resúmenes

Los resúmenes son muy  útiles para los repasos previos a un examen  ya que con ellos podemos leer rápidamente grandes cantidades de información en poco tiempo. Esto mejora la memoria a corto plazo.

Trata de resumir cada 10 páginas en un máximo de una página. Esto te ayudará no solo a seleccionar qué conceptos son los más importantes sino también a saber explicarlos de forma rápida e intuitiva.

Además, no solo leyendo estos resúmenes estás fomentando la memorización, el proceso mismo de elaboración te ayudará a esta tarea.

¿Cómo? Resumir y concentrar la información fomenta la retención de datos. Para llevar a cabo la acción de resumir el cerebro necesita procesar activamente la información y, al hacer esto, lo que se logra es fortalecer las conexiones cerebrales y mentales y con ello se aumenta la capacidad de recordar.

Haz esquemas

Si bien puede parecer una técnica similar a la anterior (relativa a los resúmenes), ambas son muy diferentes en el proceso y en los resultados.

Los esquemas son mucho más útiles a nivel visual y permiten concentrar aún una mayor cantidad de información y relacionar de manera eficaz unos temas con otros. En este caso deberás omitir cualquier tipo de explicación o definición; únicamente estarás organizando y jerarquizando información.

Cabe señalar que usar los esquemas y los resúmenes como técnicas conjuntas de estudio será el combo perfecto.

Algunos ejemplos de esquemas que puedes usar son los esquemas lineales, los esquemas de llaves o los mapas conceptuales. Pero el mejor esquema siempre será aquel que tu cerebro catalogue como fáciles de recordar.

Grábate y escúchate

Una técnica de memorización que puede resultar realmente útil cuando tenemos poco tiempo y queremos optimizarlo al máximo es escuchar nuestras propias grabaciones leyendo el temario.

Si tienes una buena memoria auditiva, grabar y escuchar el temario puede ser muy beneficioso.

Cuando estés estudiando y tengas la oportunidad de leer en voz alta, grábate con el móvil mientras lees tus notas. Puede ser el temario directamente o pueden ser los resúmenes realizados por ti (eso debes adaptarlo a tus necesidades y preferencias). Luego utiliza los tiempos muertos que tengas para reproducir estas grabaciones.

Algunos momentos en los que puedes escucharlas, usando unos auriculares son, por ejemplo: viajando en transporte público, esperando en la cola del súper, mientras estás en el gimnasio o mientras limpias la casa.

Reproducir y escuchar estas grabaciones en esos momentos hará que exprimas al 100% tus horarios y posibilidades de estudio.

Explica la materia como si fueses tú el profesor

Para poder transmitir el conocimiento es imprescindible que el mismo esté bien interiorizado. Cuando hacemos el esfuerzo de explicar algo a alguien nuestro cerebro lleva a cabo unos procesos de manejo de la información que logran que esta se asiente de forma más sólida y por tanto la retentiva sea mayor. 

De hecho, el método Feynman es una técnica usada por científicos, matemáticos y otros expertos para memorizar complejos conceptos y consiste precisamente en esto: presentar el tema como si se lo tratásemos de explicar a otra persona.

Este método es conocido por su utilidad para fomentar la memoria y, por ello, ampliamente utilizado.

Además, no es necesario tener público, puedes poner esta técnica en práctica delante de un espejo; para el cerebro la sensación será la misma y, por tanto, los efectos serán análogos.

Prioriza los temas más complicados

Está demostrado que cuando comenzamos a estudiar (o a realizar cualquier otra actividad) tenemos más energía en las primeras horas que dedicamos. La memoria no es una excepción.

La práctica científica ha demostrado que en las primeras horas del día nuestro cerebro se encuentra en una situación de “alerta” óptima para realizar actividades con mayor efectividad.

Si aplicamos este conocimiento a nuestras rutinas de estudio del temario, podemos conseguir grandes resultados.

Lo que debes hacer para aprovechar los tiempos en los que tu cerebro está más receptivo es lo siguiente: dedícate a estudiar aquellos temas que te resulten más complejos en primer lugar para asegurarte de que tu cerebro está despierto y se “empapa” del conocimiento, memorizándolo y almacenándolo de manera mucho más eficaz.

Por el contrario, usa las últimas horas del día para repasar aquellos temas que domines mejor ya que la cantidad de energía o esfuerzo que emplearás en estos será mucho menor. En las últimas horas de estudio estamos más cansados y los procesos cognitivos de nuestro cerebro no son tan rápidos; por eso dejaremos para este momento las tareas más sencillas.

Usa acrósticos

Uno de los métodos más eficaces para recordar conceptos o términos que deban seguir un orden determinado es emplear acrósticos. 

Esta técnica consiste en crear una palabra, e incluso una frase completa, empleando para ello la primera letra (o letras) del término que queremos fijar en nuestra memoria. Un ejemplo de acróstico con el término CONSTITUCIÓN sería el siguiente:

C= Carta magna del país, O= Organiza la nación, N= Norma fundamental, S= Salvaguarda derechos,   T= Todos sujetos a sus leyes,   I =Instituye el orden,   T= Texto supremo,      U= Unión y legalidad,  C= Conjunto de principios,  I= Irrevocable y base legal,  O= Orienta la convivencia,  N= Normativa esencial.

En definitiva se trata de emplear palabras clave para hacer la información más fácil de recordar.

Crea tu propio “palacio de la memoria”

Si te gusta la popular serie “The Big Bang Theory”, esta técnica te sonará. Sin embargo, debes saber que no solo la emplea Sheldon Cooper. Se trata de una técnica ampliamente extendida por su gran utilidad y practicidad.

¿En qué consiste el palacio de la memoria? Para utilizarlo solo debes seguir unos sencillos pasos:

En primer lugar, trae a tu memoria un sitio o espacio físico con el que estés muy familiarizado. Un ejemplo podría ser tu casa o tu facultad, pero puedes usar el que tú quieras.

A continuación, y en segundo lugar, vas a dividir el espacio mentalmente. Si estás pensando en tu casa emplearás las distintas habitaciones que existen en la misma y si usas el ejemplo de tu facultad, las aulas de la misma. 

Lo bueno de esto es que el sitio elegido por ti ya se encuentra naturalmente dividido en la realidad por lo que esto no te costará esfuerzo alguno.

En tercer lugar, a cada una de estas habitaciones le vas a asignar una parte del temario que estés estudiando.

Y, por último, en cuarto lugar, simplemente debes situarte a ti mismo dentro de tu palacio de esta memoria y visualizarte recorriendo sus distintas estancias.

Al realizar este recorrido mental por nuestro palacio de la memoria visual somos capaces de repasar de manera eficiente toda la información que hubiésemos asociado a cada área, lo que facilitará la rápida retención de estos contenidos.

Esta técnica no son más que mapas mentales, son excelentes para visualizar las ideas principales y cómo se conectan entre sí. Hazlos coloridos y fáciles de recordar.

Estudio colaborativo

Hasta ahora te he dado técnicas de estudio y memorización de carácter individual. Es decir, son técnicas que vas a poder utilizar por ti mismo para tus jornadas de estudio en soledad.

Sin embargo, no queríamos dejar pasar la oportunidad de ofrecerte una técnica más, pero enfocada al estudio en compañía.

Aunque no siempre es posible, te recomiendo que, cuando tengas ocasión, trates de reunirte con compañeros que estudien lo mismo que tú para poner en común la materia objeto de estudio.

Podéis realizar casos prácticos y preguntas para evaluar vuestra capacidad de retener la información.

Esto no solo te ayuda a retener mejor la información, también tiene otra serie de beneficios aparejados entre ellos. La experiencia ha demostrado que entre estos beneficios cabe destacar los siguientes:

• Te permitirá evacuar las dudas que puedas tener en relación al temario. Tus compañeros pueden ayudarte con aquellos puntos que no comprendas y darte ideas sobre cómo enfocar una determinada materia para facilitar su aprendizaje.
• Permite ampliar la información, ya que compartiréis datos y apuntes haciendo que el conocimiento sea más completo para todos.
• Podrás contrastar tu información con la de tus compañeros y matizar aquello que sea preciso, así como asegurarte de que estás debidamente actualizado en cuanto a las reformas legislativas.
• Te llevarán a poner atención en cuestiones que quizás pasaste por alto. La atención a los detalles puede marcar la diferencia.
• Supondrá amenizar el estudio y salir de la rutina, lo cual se hace muy útil para evitar el cansancio.
• Podréis compartir materiales ya elaborados, como esquemas o resúmenes. Contar con esta clase de recursos sin necesidad de haberlos realizado previamente te ahorrará muchísimo tiempo.
• Compartir y discutir el contenido de tu temario con otros puede ayudarte a afianzar conocimientos.

Otra técnica probada de estudio para oposiciones: El método Leitner

El método Leitner es un auténtico juego para memorizar oposiciones. Imagina tener un sistema que organiza tu repaso de forma inteligente, enfocándose en aquello que realmente necesitas reforzar.

Eso es exactamente lo que hace este método de estudio y memorización. Vale, ¿y cómo funciona?

El proceso comienza con todas las tarjetas en la primera caja. Cada vez que se recuerda correctamente una tarjeta, esta se mueve a la siguiente caja, incrementando el intervalo de tiempo antes de que se deba revisar de nuevo.

Si una tarjeta se responde incorrectamente, vuelve a la primera caja, requiriendo una revisión más frecuente.

Este enfoque asegura que el tiempo de estudio se invierta de manera más eficiente, enfocándose en el material que es más difícil de recordar.

Estas son 10 de las mejores técnicas de estudio que realmente funcionan. No solo son aplicables a quienes aspiran a ser ayudante de instituciones penitenciarias, sino a cualquier tipo de oposición.

Es importante que vayas probándolas porque cada persona es un mundo y se necesita un tiempo de adaptación y autoconocimiento para descubrir qué técnica (o técnicas) son las que mejor se adaptan a ti.

¡Además, lo mejor de todo es que puedes combinarlas como prefieras según tus preferencias o necesidades!.